Los “frikis” siempre han sido una comunidad ridiculizada por la gran mayoría de la gente joven. Ser friki era algo que se llevaba dentro, escondido, con vergüenza, excepto en algunos excepcionales casos en los que el frikismo se vivía con orgullo y sin miedo.
Las cosas han cambiado mucho en los últimos tiempos. La comunidad friki ha crecido exponencialmente, en gran medida gracias a internet, que ha abierto al gran público la posibilidad de descubrir mundos fantásticos y escenarios imposibles. También
ha influido el descenso de los precios de muchos artículos, anteriormente exclusivos o importados, y que ahora se pueden encontrar en muchos sitios. Sólo por poner algunos ejemplos de uno de los juegos más relevantes, el WoW, aquí van algunas cifras publicadas por los creadores del WoW, la compañía Blizzard: El dinero que mueven las suscripciones del WoW en el mundo (800M $) es mayor que el PIB de Samoa (537M $). Sólo en Estados Unidos hay 11,5 millones de jugadores, más que la población de Cuba (11,2). Y cuando mucha gente es friki... ¡tachán! ¡ser friki ya no es algo malo!. Ahora uno puede lucir su camiseta de Star Trek o Star Wars, llevar en el dedo el Anillo Único o jugar a Dungeons & Dragons, y nadie tendrá nada que decir al respecto. Sin duda, los tiempos adelantan que es una barbaridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario